Reptiles, diversidad de especies

“Todos los animales que están contigo de toda carne, de aves y de bestias y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, sacarás contigo; y vayan por la tierra, y fructifiquen y multiplíquense sobre la tierra”. (Génesis 8:17)

Cuando hablamos de reptiles, un número importante de personas piensa en serpientes, boas, víboras, es decir, en ofidios. Lamentablemente, a muchas personas les parecen repulsivos, porque recuerdan la historia de la serpiente en el Jardín del Edén y la entrada del pecado. Pero los reptiles incluyen mucho más que serpientes. Este grupo de vertebrados está compuesto por gran cantidad de especies.

Según el relato bíblico, cuando pasó el Diluvio universal, Noé salió del arca junto con un grupo de animales sobrevivientes, entre los cuales había reptiles. La Biblia describe la característica fundamental de este grupo: “se arrastra sobre la tierra”. Allí recibieron nuevamente el mandato divino de poblar la tierra, junto con los demás animales y el ser humano. Veamos sus características distintivas.

Características de los reptiles

La gran familia de los reptiles está conformada por quelonios, como las tortugas; ofidios, como las serpientes y saurios, como los lagartos y cocodrilos.
Son vertebrados, se los conoce como animales de “sangre fría”, es decir, poiquilotermos. La temperatura corporal depende de la temperatura del ambiente en el cual se desarrollan.
Poseen escamas, las cuales pueden ser lisas, granulosas, aquilladas.
Poseen extremidades cortas, o carecen de ellas, como los ofidios (culebras o serpientes).
Su reproducción es ovípara, de fecundación interna. La hembra entierra los huevos o los deposita entre matorrales. Por ejemplo, las víboras son ovovivíparas, es decir, ponen huevos, pero permanecen dentro del cuerpo de la hembra hasta que el embrión está completamente desarrollado.
Poseen respiración pulmonar, incluso en la etapa embrionaria.
Los reptiles pueden recurrir a variados mecanismos de defensa. Por ejemplo, la tanatosis les permite fingir su muerte; la autotomía les permite desprenderse voluntariamente de la cola; la autohemorragia les permite sangrar por la boca o los ojos. Algunos generan veneno de distintas clases, como hemotóxicos, que pueden intoxicar la sangre de la víctima; neurohemotóxicos, que generan toxicidad en el sistema nervioso y en la sangre, neurotóxicos, que generan toxicidad en el sistema nervioso.