Para comprender mejor los fósiles, (Ashton, 2015) nos dice: “los fósiles son restos, marcas, o moldes de plantas, o animales, fallecidos hace mucho tiempo”. Reconocemos los fósiles, porque éstos se hallan petrificados, ya sea en  estratos o roca sedimentaria, en ámbar, u otros sitios. La forma de preservación en resina de ámbar, es  más nítida, y clara, que se puede encontrar incluso ADN, en los cuales, se han fosilizado, invertebrados, como moscas, hormigas, polillas, arañas, como también ejemplares de aves pequeñas. Hablar de fósiles, es considerar  dos miradas, teniendo en cuenta la teoría  que la sustenta,  de ello depende la interpretación de los mismos. La siguiente diapositiva de la presentación del Seminario de Creacionismo dictado por el creacionista Claude Goddard, Capítulo 06: Evidencia en el Registro Fósil, nos muestra un cuadro comparativo, con la interpretación, según evolucionismo y creacionismo:

Como creacionistas, sostenemos que las evidencias del registro fósil, nos revelan el juicio de Dios por medio del diluvio universal; del cual Noé y su familia, junto con los ejemplares de seres vivos que ingresaron al arca fueron los únicos que salvaron sus vidas, a la vez que se produjo una gran extinción mundial. Miramos a los restos fósiles, considerando la  gran devastación que  se experimentó, ya que como dice Génesis 7:11: El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas” la caída abrupta de gran cantidad de agua, generó además otros siniestros, como el movimiento de la tierra,  el deslave, o corrimiento de la tierra  por acción de las aguas,  sepultó de forma rápida y violenta, todas las manifestaciones de vida.